La experiencia de la tarjeta de embarque en Buenos Aires un desastre hay q hacer todo en mostrador cuando uno ya lo tiene en el celular. En vez de simplificar complican. El servicio de comidas mucho q desear la cena pésima, breakfast no hubo, desayuno malisimo un mini bocadillo asqueroso (literal).
Pésima experiencia porque me robaron las cosas de mayor valor del equipaje!
El abordaje fue extremadamente lento. La silla en económica fue demasiado incomoda. La comida mediocre, nos dieron muchísimo pan para llenarnos, era una hamburguesa y un sandwich muy delgados y sencillos, y ni hablar de las bebidas.
Atrataso del vuelo sin aviso, el piloto siquiera se disculpo o explico el motivo, de tres horas de espera. Al embarcar estuvimos 15 minutos en la manga. El nivel de ruido que hacen los comisarios de abordo en las cocinas es subnormal. No funcionaba wifi. He realizado 12 vuelos con Iberia en los ultimos 2 años; comenzare a volar por otra empresa.
Mala ya que se extravio equipaje y demoro mas de 3 dias en encontrarse. El servicio de reclamo de equipaje muy malo ya que el personal es insuficiente y has espera de mas de 1 hora para ser atendido
La tripulación española ni siquiera saluda ni responde el saludo en la subida de el avión El vuelo estuvo restrasado A Las personas que teníamos conexiones no nos asesoraban ni ayudaban en nada , solo ponían atención a los españoles
El viaje de ida fue muy bien. El personal súper amable, Sin retrasos. El viaje de vuelta a Madrid no fue tan bueno Ya que hubo dos horas de retraso (Supongo que por descargar toda la mercancía que traían de Hong Kong, porque lo estábamos viendo por la ventana del aeropuerto) Pero en ningún momento nos dieron explicaciones. Al Iniciar el Embarque Nos dijeron al grupo ocho y nueve que metiéramos las maletas en bodega Y cuando empezamos a embarcar, vimos que casi nadie lo había hecho, y durante el vuelo veíamos huecos libres y gente que ponía las mochilas que tenían que ir debajo del acento en los compartimentos de las maletas, Eso me pareció súper injusto, porque como ya he dicho al final sobraron huecos. El personal no fue nada amable, salvo una azafata que creo recordar se llamaba Miki. El resto bastante bordes.
El avión no llevaba sistema de entretenimiento no se nos ofreció nada, ni siquiera de beber.
Un Airbus 350-9, los asientos con poco espacio e incómodos. Mi sistema de enetretenimiento nunca funcionó a pesar de que la tripulación lo intentó dos veces. Tampoco servía el wifi en todo el avión.
Despegamos con retraso pero apenas se notó en la hora de llegada al destino. En el vuelo LHR-MAD, tuvieron el detalle de darnos unas galletas y una botella de agua.